Disciplina Asertiva

La disciplina asertiva crea lazos de confianza, reafirma la identidad, favorece la confianza en sí mismos; se vive en un ambiente de respeto, honestidad, libertad y responsabilidad. Por lo tanto, los padres dejan de ser unos “militares gruñones distantes” y pasan a ser padres responsables que cumplen su palabra y confían en sus hijos. Entonces, a pesar de que le reclamen o se disgusten, sus hijos sabrán que sus padres realmente se interesan por su bienestar y aunque requiera esfuerzo, harán todo lo necesario para favorecer su óptimo desenvolvimiento, sabrán que cuentan con su apoyo incondicional y que pueden acercarse con confianza. Todo esto indica que en una familia donde se vive la disciplina asertiva, el ambiente será cálido y enriquecedor.

En los niños sabremos que existe una disciplina asertiva si a pesar de que el niño no esté siendo supervisado por los padres o algún adulto en el momento de algún accidente, informará la verdad al adulto responsable, reconocerá el papel que jugó en dicha situación, tomará parte activa para reparar el daño y asumirá las consecuencias sin renegar; o si se tienen establecidas las reglas de juego dentro de casa y sus respectivas consecuencias y se rompe una de las reglas, la respuesta de los hijos que viven una disciplina asertiva será asumir la consecuencia por su propia iniciativa, sin necesidad que el padre le repita el castigo o consecuencia que tendrá por lo sucedido.

Los padres que viven la disciplina asertiva:

  • Estimulan la responsabilidad de sus hijos, ya que cada quien tiene el poder de elección, conoce las consecuencias que se pueden presentar y las afronta.
  • Viven un ambiente de libertad de opinión y expresión, en el que cada quien puede investigar, cuestionar, decidir y evaluar dentro de ciertos límites previamente establecidos.
  • La libertad y responsabilidad que deben asumir los hijos ante las situaciones cotidianas, promueve independencia para valerse por sí mismos y asumir una postura madura de acuerdo a su edad.
  • Fortalecen la identidad de los hijos al transmitirles la confianza que se tiene en ellos, se crean lazos de apoyo incondicional que motivarán a su hijo a experimentar y arriesgarse, sabiendo que tienen mucho por ganar; y si se equivoca, podrá aprender de sus errores. Por otro lado, se está cultivando la seguridad de su hijo para desenvolverse con otras personas y en situaciones nuevas.
  • Forman el criterio de su hijo, ya que no pretenden obligarlo a que elija lo que el padre desea, sino que le presentan alternativas, las cuáles deberá analizar y decidirse por la que considere mejor.
  • Disminuyen los problemas de comportamiento, ya que los hijos conocen claramente los límites y reglas que se mantienen firmes y se cumplen consistentemente, esto evita berrinches, desobediencia y rebeldía; lo cual motiva un comportamiento maduro y responsable.
  • Enseñan a sus hijos a respetar opiniones distintas y al mismo tiempo a defenderse, sin caer en ser competitivos ni complacientes.
  • Creen en la capacidad de sus hijos, reconocen sus cualidades y se interesan por reforzar los aspectos que se pueden mejorar.

Los padres que viven la disciplina asertiva, están sembrando para el futuro, están conscientes del aporte que pueden dejar, no sólo a sus hijos, sino al mundo entero dejando como herencia adultos comprometidos, responsables y coherentes, que serán el inicio de una cadena de muchos eslabones que multiplicarán actitudes positivas y enriquecedoras.

 

María Isabel Fernández
Psicología Niños

Madres

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