La práctica del ejercicio físico mejora la condición de las mamás primerizas

Hola lectoras,

No solo la condición muscular y cardiovascular se ven beneficiadas con la práctica de ejercicio en el embarazo, es que nos ayuda a prevenir el aumento de peso y favorece la corrección postural.

El ejercicio físico proporciona a las embarazadas una mejor condición física, un periodo de gestación más saludable y un parto con menos riesgo. Antes de empezar, hay que asegurarse que no existen razones médicas o limitaciones que lo impidan.

 

Los beneficios más destacados son:

  • Reduce la ansiedad, la depresión y el insomnio.
  • Aumenta el bienestar psicológico y crea hábitos de vida saludables.
  • Mejora la tensión arterial.
  • Protege frente a la diabetes gestacional.
  • Disminución de las molestias digestivas y estreñimiento.
  • Acorta la recuperación postparto y reduce el número de cesáreas.

Es importante destacar que la prescripción del ejercicio físico deberá ser individualizada y sometida a controles regulares. Para hacer ejercicio adecuadamente, la futura mamá deberá cuidar su hidratación (al igual que mantener una adecuada alimentación) y beber antes, durante y después de su actividad. También, deberá realizar calentamiento previo y “enfriamiento” posterior, acompañados de estiramientos y relajación; además de cuidar el uso de ropa y calzado deportivo idóneo y cómodo.

 

Se debe evitar:

  • Realizar ejercicio físico a intensidades elevadas.
  • No practicar ejercicio físico más de 30 min, ni practicarlo en clima caluroso y húmedo, por riesgo de deshidratación o hipertermia (aumento de la temperatura).
  • Ejercicios de saltos, golpes y traumatismo abdominal.
  • La posición de tumbado boca arriba no más de 3 min.
  • El agotamiento (por el riesgo de la bradicardia o disminución de la frecuencia cardiaca fetal)

 

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Por último, debemos tener muy en cuenta el periodo en el que nos encontramos y seguir una serie de cuidados para cada momento:

 

1º trimestre de embarazo:

Las mujeres que realizan ejercicio físico habitual suelen estar en condiciones de continuar su práctica, pero con ligeras modificaciones, espaciando las sesiones de entrenamiento y evitando traumatismos, huyendo siempre del cansancio.

En mujeres sedentarias o que practican ejercicio físico ocasional, la gestación no es el momento más idóneo para fomentar nuevas prácticas deportivas. Se aconsejará la incorporación a un programa específico de preparación al parto.

 

2º y 3º trimestre

Durante este periodo, se buscarán actividades que desarrollen cualidades como la flexibilidad, relajación, fuerza muscular (orientada a fortalecer la musculatura pelviana y corregir los cambios posturales producidos por el desplazamiento del centro de gravedad hacia atrás) y ejercicios respiratorios.

Conviene restringir la natación en las últimas 6 semanas por el riesgo de infecciones.

 

Un beso,

Mia.

Madres

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