Mi hijo entre 1 y 3 años: ¿Debo entretenerlo todo el tiempo?

Si un niño pequeño está entretenido jugando con sus manos, los padres pueden sentir culpa porque creen que no lo está estimulando lo suficiente. Pero cuando un niño está “solamente” jugando con sus manos, en realidad está aprendiendo mucho más de lo que creemos. En primer lugar está descubriendo su cuerpo y lo que es capaz de hacer con él. Además está adquiriendo seguridad, porque se está divirtiendo sin necesidad de tener un adulto al lado y por último está desarrollando su capacidad de concentración.

Los bebés de meses ya tienen la capacidad de entretenerse solos, pero la pueden perder si los padres, con muy buenas intenciones, se pasan entreteniéndolos desde que amanecen hasta que se duermen por la noche. Para el desarrollo emocional del niño es muy importante que aprenda a jugar y entretenerse de forma independiente, esto le da seguridad y confianza. A continuación le damos algunas ideas para que logre que su hijo juegue independientemente:

No lo interrumpa: si su hijo se está entreteniéndose sólo, déjelo, no lo interrumpa. Esto es válido para niños más grandes, pero también para bebés. Muchos bebés pasan ratos en los que están inmersos en sí mismos, juegan con sus manos y balbucean. Procure no interrumpir estos momentos, espere a que empiece a inquietarse para sacarlo de la cuna. Si desea alargar esos momentos, cuelgue por ejemplo una campanita en la cuna para que el bebé juegue con ella.

Cree un ambiente seguro: muchos padres no dejan solos a sus hijos por miedo a que sufran algún accidente, sobre todo desde que empiezan a gatear. Quite del alcance del niño los objetos peligrosos, cierre los enchufes, coloque cercas que eviten el paso a lugares en los que pueda haber peligro. De esta forma usted se sentirá más relajado al dejar al niño solo.

Cree un ambiente interesante: los niños necesitan un ambiente que estimule su curiosidad, que los motive a explorar, descubrir y experimentar. Tenga en casa material de desecho, rollos de papel de baño, tapaderas, cajas y se asombrará de todas las cosas que su hijo hará con ellas.

Cree una rutina: las rutinas son indispensables para el desarrollo sano del niño, incluya dentro de su rutina diaria momentos en los que el niño juegue solo (2 o 3 al día). Por ejemplo después del almuerzo o antes de la cena. Los niños menores de un año pueden jugar solos en períodos de entre 5 y 10 minutos, en los niños entre 1 y 3 años los períodos pueden ser entre 15 y 30 minutos.

Elógielo cuando esté jugando sólo: si deseamos que una conducta se repita, debemos prestarle atención. Por lo tanto si su hijo está entreteniéndose sólo, pase a su lado y hágale una sonrisa o un guiño, dele una caricia en la cabeza o simplemente dígale: “Qué bien estás jugando”.

Carmen Tocha
Licenciada en Psicología con énfasis en el Área Educativa.

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