Padres separados: ¿cómo afecta la separación a los niños?

Este hecho, que actualmente tiende a ser bastante habitual, genera en los menores sentimientos de confusión, sorpresa, e incluso inseguridad. Es importante para los padres saber cómo afecta este evento a sus hijos para poder darles el apoyo que éstos necesitan.

 

Los niños no siempre se comunican con palabras, ante la situación pueden expresarse con el comportamiento; algunos se vuelven más retraídos, no hablando de la situación, ni del progenitor que no está. Otros en cambio, pueden llegar a ser muy pegajosos con el progenitor que les queda, por miedo a perderlo también. Algunos niños pueden retroceder en su comportamiento, hablando con un lenguaje infantil o no controlando sus esfínteres; pueden tener pesadillas, ser rebeldes, agresivos incluso con sus padres y difíciles de manejar en ocasiones, por lo que a veces se necesitará ayuda profesional.

 

 

• ¿Cómo son sus comportamientos según las edades?

Entre los dos y tres años de vida, los niños ya comienzan a ser más independientes de sus padres, pero una separación en este momento de sus vidas, puede producir crisis importantes y llevarlos a la depresión; es posible que efectúen modificaciones en sus hábitos de sueño e higiénicos. En esta edad, ya perciben el mundo a través de diferentes procesos de pensamiento, fantaseando acerca de lo que no entienden y suelen hacer cosas a partir de episodios de su propia experiencia.

 

Entre los cinco y ocho años de edad, los niños ya son capaces de hablar sobre sus sentimientos y muestran un intenso deseo de restaurar la relación de sus padres, así como un gran interés por pasar la mayor parte del tiempo con ellos.

 

Los adolescentes, ya independientes de sus padres, necesitan tiempo y espacio para afrontar la separación de los mismos; si se les presiona, es posible que reaccionen con ira y rechazo.

 

 

• ¿Qué mensaje debemos transmitirle?

En primer lugar, es importante dejar en claro que la decisión de separarse es exclusiva de los padres y que los niños no tienen nada que ver en la decisión que se ha tomado. Es fundamental que comprendan que la medida se ha adoptado para mejorar la calidad de vida de todos los integrantes de la familia y recordarle que seguirá disponiendo de ambos cada vez que necesite. Y por sobre todas las cosas, es imprescindible que el niño sepa que no se le ha dejado de querer y que cada vez que se sienta mal podrá hablar con sus padres para sentirse mejor.

 

• ¿Cómo actuar con ellos en esta situación?

Es importante no caer en la sobreprotección por pena pues de lo contrario no lo ayudamos a que asimile el suceso. Sobreprotegiéndolo, es posible que el niño empiece a comportarse de manera inmadura e infantil, más de lo que corresponde.

 

Por otro lado, explique a sus hijos la causas reales de la separación sin caer en la ficción. No invente excusas ni eche culpas para justificar la separación.

 

Es necesario también, que intentemos resolver nuestros problemas sin convertir a nuestros hijos en parte del conflicto. Seamos objetivos, no intentemos poner al niño de nuestro lado pues solo lograremos intensificar el malestar.

 

Si bien una separación es algo que afecta tanto a los mayores como a los niños, debemos ayudar un poco a quienes aún no pueden comprender con exactitud cuáles fueron las causas y cuáles serán las consecuencias de este cambio.

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