Hola lectoras,
¿Cuál es el destino que debemos elegir?; ¿le hará mal viajar en avión?; ¿Cuántas horas soportará en un auto? La lista de inquietudes es larga a la hora de emprender nuestras primeras vacaciones con nuestro bebé. Ya no es posible salir a la deriva, debemos tener otro tipo de prioridades a la hora de elegir destino, alojamiento y salidas.
En primer lugar, debemos tener en cuenta que los niños menores a un año no pueden tener exposición al sol, deben estar a la sombra y aún así, debemos protegerlo del reflejo solar colocándoles un protector con factor de protección solar superior a los 50, es decir, pantalla total.
Lo mejor es elegir un solo lugar como destino en nuestras vacaciones de a tres, ya que los chicos sienten los cambios a los que los exponemos, y si cambiamos de lugar cada dos o tres días no le damos tiempo a que se adapten y estén cómodos.
Si son de las parejas que les gusta disfrutar de la playa, tomar sol y estar horas frente al mar, este no estaría siendo el lugar más cómodo para nuestro hijo. Los bebes menores de 6 meses no pueden pisar la playa, la carpa y la sombrilla no son suficientes para protegerlo ya que tan solo el simple reflejo del sol puede provocarle quemaduras a la piel sensible de nuestro bebé.
Las sierras o las montañas son un destino menos preocupante y podría ser el ideal para niños menores de 6 meses. De igual manera, no hay que olvidar protegerlos del sol con la pantalla total, remera y gorro. Los paisajes que tienen para ofrecer estos sitios nos dan la opción de realizar pequeñas caminatas en familia, con nuestro hijo en su carrito o en una mochila para transportar bebés acorde a su tamaño.
En cuanto al medio de transporte que debemos utilizar vale decir que cualquier medio es apto para viajar con nuestro bebé: tanto el avión, el bus o el automóvil. Al avión puede subirse cualquier tipo de bebé, no importa cuánto tiempo tenga de vida, no correrá riesgos de ningún tipo. Pero vale decir que tendrá el mismo malestar que podemos tener los adultos al momento de viajar en avión debido a la diferencia de presiones en el líquido de los oídos. Una recomendación es que el bebé succione el pecho de mamá, la mamadera o el chupete, y esto lo aliviará.
Es importantísimo preparar un botiquín donde incorporemos: termómetro para controlar la temperatura corporal, antitérmicos (el que usa habitualmente), antialérgicos y anti pruriginosos (es común que los niños sean el blanco de mosquitos, y esto muchas veces provoca reacciones alérgicas y picazón), gasas y adhesivos tipos curitas, gotas óticas analgésicas y removedor de cera de oídos.
Equipaje! Cuando viajamos con nuestro bebe la premisa es llevar lo necesario porque muchas veces caemos en llevar todo “por las dudas”. Lo mejor para no caer en este error es tener un panorama del clima del lugar donde vacacionemos, si hace calor todo el día o si refresca mucho por las noches.
No te olvides de los importantísimos; sus objetos preciados. Su vasito, su juguete preferido, su sabanita, su sonajero, etc. Los objetos que él reconozca como propios, y lo hagan sentir menos lejos de casa. No es raro que los niños extrañen, y los primeros días son de adaptación, por lo que la presencia de los mismos te serán de gran ayuda.
Puede que tu bebé coma menos durante las vacaciones, que le cueste conciliar el sueño, o simplemente esté molesto. ¡A no desesperar! Es normal que esto suceda, toma en cuenta nuestras recomendaciones; dale tiempo a que se adapte y disfruten de sus merecidas e inolvidables primeras vacaciones de a tres!
Cuidate,
Laura.
