Las consecuencias de tener malos hábitos alimenticios pueden reflejarse notoriamente en nuestra piel y en nuestro cabello. Los cambios de estación, el uso continuo de tintes, el secador, la planchita, el cloro de la piscina, y otros daños externos al que lo exponemos cotidianamente hacen que nuestro cabello luzca opaco y sin brillo.
Para evitar que esto suceda, aquí te damos algunos datos de qué alimentos incorporar a tu dieta para evitar los daños:
Tomates: el tomate es una de los mejores aliados de la dermis ya que colabora con la eliminación las toxinas; esto se debe a que posee un antioxidante llamado licopeno que protege la piel del daño que puede provocar la exposición al sol. La recomendación es que lo consumas fresco y al natural. Prueba incorporarlo.
Huevo: es sin dudas uno de los alimentos más ricos en proteínas que existe, y gran fuente de vitamina B12. Consúmelos con frecuencia de manera natural (no frita) y veras en cuestión de semanas como nutre y cambia el aspecto de tu cabello.
Vitamina A: El cabello está hecho de una proteína llamada queratina; consumir alimentos ricos en este nutriente te ayudará a evitar la caída del cabello ya que varios estudios indican que la deficiencia de esta vitamina produce calvicie. Encuentra vitamina A en zanahorias, patatas dulces (camote/batata), verduras de hoja verde, pimienta roja, hierbas secas (perejil, albahaca seca, orégano), melón, entre otros.
Agua: el agua es uno de los aliados más importantes, y el que a muchas mujeres les cuesta incorporar. La hidratación es fundamental para lucir la piel y el cabello más saludable, y fuerte. Trata de dejar de lado las gaseosas, el alcohol y las bebidas con cafeína e incorpora al menos 8 vasos diarios de agua. Los resultados realmente te sorprenderán.
Kiwi: este fruto posee una buena cantidad de vitamina C, que además de aportar energías, ayuda en la absorción del hierro que los demás alimentos nos proveen. También posee zinc, el cual ayuda a mejorar aspecto del tu pelo y colabora en el crecimiento del mismo.
Semillas de girasol: Incorporar semillas de girasol a tu dieta diaria resultará muy beneficioso para tu cabello, debido a que las mismas contienen gran cantidad de vitamina B, proteínas, potasio, hierro, zinc, magnesio, calcio, vitamina E. Te asombrarás con los resultados!
Fibras: los cereales integrales (arroz, trigo, avena, centeno) proporcionan una generosa cantidad de vitamina B6 y ácido fólico, dos elementos que ayudan a oxigenar la sangre de los folículos pilosos.
Nueces y almendras: entre sus propiedades más importantes, las nueces, al igual que las almendras, poseen el poder de fortalecer la fibra capilar puesto que contienen vitamina E, esencial para el flujo de sangre sobre el cuero cabelludo.
