Botox y lifting de pestañas: todo lo que necesitas saber para destacar tu mirada

Te contamos las diferencias entre estas dos técnicas y todo lo bueno que te puede ofrecer esta innovación del mundo de la belleza: el botox de pestañas.

 

El universo de las pestañas tiene un gran protagonismo en el mundo de la moda. Máscaras de todo tipo, extensiones, contouring, aceites, sueros, lifting… Faltaba una cosa y aquí está: el botox. ¿Qué consigue esta técnica? ¿Cómo se aplica? ¿En qué se diferencia de un lifting de pestañas? 

 

Entonces, ¿De qué se trata el lifting de pestañas?

El lifting de pestañas es un tratamiento que que consiste en hacer un levantamiento de las pestañas y ennegrecerlas, sin pestañas postizas, sobre tu propio pelo. Es un tratamiento que eleva la curvatura de tus pestañas, resaltando la expresión de la mirada y alargando las pestañas desde la raíz, sin utilizar pelo sintético. Se consigue gracias a unas almohadillas de silicona que se ajustan al párpado y, en lugar de “doblar el pelo”, lo estira y eleva hacia la punta, hasta su punto máximo.

 

¿Y el botox?

Se trata de una técnica que “maquilla” la pestaña. Por un lado, es ideal para las mujeres que no acostumbran a maquillarse normalmente, pero quieren lucir un poco más de pestaña y por otro, para las mujeres que sí se maquillan y quieren reforzar esta parte. No estropea la pestaña en absoluto y la duración de este efecto maquillaje dura alrededor de 1 mes, aunque usando un serum de pestañas específico para ello puedes alargar sus resultados algo más, nos cuentan desde el salón. Respecto al lifting, la principal diferencia es que con el botox se tiñe la pestaña y en el lifting, se trabaja especialmente la curvatura de la misma (aunque puedes añadir en el tratamiento un tinte extra para dar mayor intensidad).

 

 

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