Cómo tener más empatía

Hola lectoras,

Aunque nos parezca una tarea difícil, aprender a escuchar y a ponernos en el lugar de los demás es una de las formas de favorecer la empatía y entrar en sintonía con los demás

 

La empatía es la capacidad de percibir cómo se sienten los demás y actuar en consecuencia.

Esto significa que debemos tratar al resto como ellos desean y no como dice el refrán “como te gustaría que te trataran a ti”. En este artículo te damos algunos consejos para ser más empático y mejorar tus relaciones sociales.

¿Qué es la empatía?

Sin dudas, es una habilidad que deberíamos tener todos, ya que nos permite comprender a las personas que nos rodean.

¿Sabías que el bostezo es la máxima expresión de ser empáticos? Cuando esto suceden se activan las neuronas espejos en el cerebro. Estas son las encargadas de intentar comprender lo que sucede al otro.

El grado de empatía varía según la situación. Por ejemplo, somos más empáticos con gente de nuestro mismo sexo, edad, grupo social o nacionalidad.

Aquello que nos hace “parecidos” es lo que nos une. Las mujeres, a su vez, suelen tener esta capacidad más desarrollada por una cuestión de “instinto maternal” al necesitar comprender las necesidades de un bebé cuando llora.

Poder empatizar nos convierte en buenos amigos, excelente pareja, hijos ideales, etc. Y, por supuesto, tiene muchas ventajas.

Si entiendes a la otra persona, la escuchas y “te pones en sus zapatos” luego se sentirá en deuda contigo y te ayudará en lo que necesites.

Claro que no es el objetivo hacernos pasar por empáticos para conseguir favores de los demás. Algunos beneficios de desarrollar esta habilidad son:

  • Caer mejor a la gente
  • Ser más persuasivo
  • Hacerse escuchar
  • Convertirse en líder
  • Motivar a los demás
  • Comprender y reaccionar a los sentimientos ajenos

 

Ejercicios para mejorar la empatía

Una de las claves para poder ser más empático radica en ponerse en el lugar del otro y, por uno momento, olvidándonos de nosotros.

Por supuesto que esto no se puede sostener siempre, ya que necesitamos encargarnos de nuestras necesidades también.

Presta atención a los siguientes consejos para desarrollar o mejorar la empatía:

  1. Concéntrate en el lenguaje corporal

Muchas veces las personas podemos estar diciendo una cosa, pero con el cuerpo expresar otra completamente diferente.

Los empáticos tienen la capacidad de observar las señales que ofrecen la postura, el tono, el silencio, la mirada, etc. Solo es cuestión de dejar de escuchar 2 minutos y prestar atención a otras cuestiones.

La intuición no suele fallar. Dale una oportunidad.

  1. Piensa en la motivación ajena

¿Por qué esa persona que tienes en frente actúa de una manera y no de otra? ¿Qué problemas ha tenido que sortear en los últimos tiempos? ¿Qué cosas lo motivan para seguir adelante?

Sabiendo todo esto te será más fácil conseguir empatizar. Quizás no se lo puedas preguntar directamente, pero puedes imaginarlo o pensarlo prestando un poco de atención.

  1. Pregunta: ¿cómo estás?

Muchas veces la gente necesita un par de oídos y un hombro para descargarse. Esto no quiere decir que te pasarás 3 horas escuchando a alguien hablar sobre sus problemas, pero haz la prueba de interesarte genuinamente por su vida.

¡Se sentirá más que feliz! En un mundo donde todos piensan en sí mismos, ofrecer unos minutos de atención a otro es toda una revolución.

Así lograrás que quien tienes en frente se sienta reconfortada y entendida. Seguro cambiarás su día.

  1. No le “sermonees”

Para lograr la empatía debes evitar exponer tus conclusiones sobre aquello que la persona ha compartido contigo. Porque los sermones los escucha de “todo el mundo”: los amigos, los padres, la pareja, etc.

En cambio, tú tienes que enfocarte en hacerle sentir comprendido. No le digas frases como “tu problema es…”, “tendrías que haber actuado…”, “¿cómo no has hecho nada?”, etc.

Si percibe que le vas a dar tus puntos de vista desde una mirada crítica se cerrará y dejará de compartir sus sentimientos contigo.

  1. Reformula sus palabras

Habla desde el punto de vista de las emociones. Parafrasea sus dichos y añádeles la emoción necesaria para que sienta que están en la misma sintonía.

Por ejemplo: “Así que no te escucha cuando le hablas (refiriéndose por ejemplo al esposo). Creo que eso te hace sentir un poco sola ¿verdad?”.

Automáticamente la respuesta será “sí” y el sentimiento que acompaña ese monosílabo será “me comprende”. El siguiente paso, sin dudas, será abrirse aún más y continuar hablando de los hechos.

  1. Ponte en los zapatos de los demás

Aunque parezca una frase hecha y sin sentido es realmente útil para lograr la empatía. Esfuérzate por no pensar en ti, aunque sea unos minutos al día, y mira a tu alrededor.

¿Qué necesitan aquellos que están a tu lado? ¿Cómo puedes ayudarles? ¿De qué manera se sentirían mejor? Te sorprenderás las recompensas automáticas que recibirás por esta actitud.

Poniéndote en el lugar del otro harás algo que no todos llevan a cabo y por ello marcarás la diferencia.

  1. Elimina los prejuicios

Quizás todo puede parecer muy simple en la teoría pero no así en la práctica. Un hábito que deberías desarrollar antes de querer ser empático, por ejemplo, es evitar ser prejuicioso.

Y no solo de pensamiento, sino también de palabra. Hacer juicios apresurados cierra muchas puertas. Deja que pasen unos minutos antes de sacar conclusiones.

Cuidate,

Laura.

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